martes, 20 de julio de 2010

Insert Coin: Medievil


Año: 1998

Plataforma: PlayStation

Compañía: Sony

Género: Plataformas/Aventura Gráfica

Allá por Octubre de 1998 dio a la luz Medievil, juego divertidísimo protagonizado por un simpático esqueleto llamado Sir Daniel Fortesque. El software, franquicia exclusiva de Sony, estaba ambientado en un reino fantástico medieval llamado Gallowmere, que por cierto presentaba claras impregnaciones estéticas a lo Tim Burton.
El argumento versaba sobre un hechicero llamado Zarok que comandó un ejército de Zombies contra su tierra natal, Gallowmere. Sir Daniel dio la vida para salvar su tierra, ya que se enfrentó en combate singular contra Zarok derrotándolo con su último estertor. Sin embargo, la realidad distaba mucho de “El Cantar de Sir Daniel”, ya que Zarok fue derrotado sin la menor intervención de nuestro prota, que si bien acabó muerto, fue debido a una flecha perdida. ¡Vaya final cutre para tamaño soldado!
La cuestión es que cien años después de la batalla Zarok se recupera y mediante un hechizo resucita a todos los muertos que perecieron aquel día... y por supuesto Sir Dan era uno de ellos. Sus ganas de demostrar que es un verdadero héroe lo hará superar el hechizo de dominación y emprender una aventura extraordinaria...
Medievil se trata de uno de los mejores juegos de plataformas de la Historia. Su mecánica, que era tan simple como directa, recordaba bastante a “Ghouls´n Ghost” aunque claro, en 3D. Sony aprovechó la dimensión extra para hacer de Medievil el primer juego en explotar el Dual Shock, mando con botones analógicos que se ha perpetuado con el mismo diseño hasta la actual Play 3.
Otra de las gracias que podíamos disfrutar en Medievil eran los matices de aventura gráfica, que sin duda aportaban toques de originalidad en un género muy lineal y simple como son las plataformas. No era extraño que tuviésemos que hablar con distintos personajes para buscar tal objeto, y una vez en nuestro poder, volver a pantallas anteriores y utilizarlo para hallar algún arma poderosa. Otro de los activos eran los jefes finales, de diseño extraordinario y, en algunas ocasiones, dimensiones colosales. En mi mente siempre quedará “el Demonio de Vidriera” prodigio técnico para la época y evocador del templario que aparecía en El secreto de la Pirámide. Por si fuera poco el juego estaba íntegramente doblado al castellano, algo muy a tener en cuenta si nos queríamos percatar de los ingeniosos juegos de palabras y chistes que protagonizaban los distintos personajes.
Medievil se erige en uno de los mejores juegos de la historia, un compendio de diversión, factura técnica, mundos extraordinarios y posibilidades infinitas. En 2000 tuvo una secuela, que aunque era muy divertida, nunca llegó a los tobillos a su primera entrega. De todas formas ¡Viva Sir Daniel¡

GRAFICOS: Muy buenos. Los efectos de luz y la diversidad de escenarios eran los ingredientes fundamentales para conformar una ambientación perfecta. Es cierto que hallábamos graficos demasiado pixelados y en ocasiones con popping, pero el detallismo general compensaba claramente estos pequeños defectos.

SONIDO: Las voces de los distintos personajes estaban dobladas por actores profesionales y la música era genial. Por supuesto todo el sonido estaba digitalizado.

JUGABILIDAD: Un control muy intuitivo capacitaba al jugador para manejar un sinfín de armas sin problema. La dificultad estaba ajustadísima, y si bien es cierto que había niveles complicados, en ningún momento desalentaban a un jugador que no podía parar hasta que se pasase el juego.

NOTA: 98/100

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