martes, 20 de julio de 2010

El lado oscuro de Japón


Una diseñadora gráfica de Tokyo, autora de una mascota muy popular, es la envidia de todos sus compañeros de trabajo. A pesar de ello la muchacha padece cierta depresión, ya que no sólo la dejan de lado, sino que su jefe la presiona para la creación de una nueva mascota con tanto reclamo como su anterior trabajo. Un día, regresando a casa, es atacada violentamente. Muchos creen que el suceso no es más que una mera invención suya para deshacerse de la difícil situación laboral que está sufriendo. El autor del ataque es Shounen Bat, un chico en patines y con un bate ligeramente doblado que se convierte en una auténtica leyenda urbana al ir golpeando a personas en sus cabezas durante la noche por toda la ciudad. Dos detectives se encargarán de llevar el caso e irán comprobando que no todo es lo que parece...
Puede parecer una "paranoia" pero Paranoia Agent es una serie notable en diversos sentidos. Tiene gran animación, un dibujo con varios registros, personajes bien desarrollados e historias muy interesantes que a Satoshi Kon no le cupieron en otros de sus trabajos, como Perfect Blue o Millenium Actress.
Pero si en algo destaca este fenomenal anime es en la corrosiva crítica que proyecta hacia la sociedad japonesa. Japón, con su pulcra, atrayente y sofisticada imagen, encierra tras de sí algunos desvíos que son fruto de una sociedad cada vez más automatizada, lobotomizada y con unos valores más etéreos. Ejemplo de ello son los casos que nos muestra la serie: distintos tipos de perversión sexual, tendencias suicidas, consumismo desbordante, odio clasista, esquizofrenia videojueguil o exacerbada presión laboral…
El chico del bate parece ser la mesura, la metáfora del orden que subyace en el caos. A priori, él iguala a todo el mundo; a cada medida de gracia corresponde otra de desgracia. O por lo menos eso parece. Porque la realidad es que el chico de los patines dorados actúa de evasión y como vehículo para huir de los fantasmas internos de cada uno. Un mal muy profundo, que a pesar de centrarse esta vez en Japón, nos afecta a todos.
Problemas...todos nosotros los tenemos. El afrontarlos o huir de ellos es cosa tuya...También lo es que veas esta atípica serie. Yo la recomiendo. Seguro que, por lo menos, te evadirá de tus problemas...durante un tiempo.

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